Situado a 2.000 m de altitud, en el corazón del macizo de Fiz frente al Mont Blanc, en un paisaje de pastos y alta montaña, se encuentra el refugio de Moëde-Anterne, situado en Passy, al lado de Chamonix Mont Blanc, en Alta Saboya.
El antiguo chalet, construido en 1898, no era más que un lugar de encuentro de cazadores de gamuzas y de excursionistas de las cumbres próximas.
Los primeros propietarios, todos cazadores, se dedicaban al pasto.
En 1924 en la casa se instaló una cantina. En 1946 pasó a ser propiedad de Marcel BORGEAT y, más tarde, de su familia. Acoge a caminantes, alpinistas, cazadores y pescadores (los lagos de Pormenaz y Anterne están cerca) y también a científicos que acuden a estudiar las características geológicas de la cadena de Fiz y/o del macizo de Pormenaz, famoso por sus riquezas minerales.
Durante la última guerra, la cantina de Moëde (como se llamaba entonces) sirvió de escondite a los resistentes abastecidos desde Passy, Servoz o incluso Chamonix. Marcel BORGEAT, un gran resistente, montañés precavido y hábil cazador, construyó allí arriba toda una central hidroeléctrica en una época en la que la electricidad aún no llegaba a todas las aldeas de montaña.
Le sucedió su hija Arlette, que contó con la ayuda de su marido Robert DIDIER, guía de alta montaña, y de sus hijos, especialmente de su hijo Lionel.
En 1994 abrieron un nuevo refugio de 90 plazas espacioso y acogedor frente a la cadena del Mont Blanc.
En la actualidad, el concepto original del abuelo ha evolucionado mucho, sobre todo gracias a las nuevas tecnologías (pico central moderno, solar y grupo electrógeno de emergencia de nueva generación), utilización de productos de mantenimiento conformes con la protección del medio ambiente y uso de electrodomésticos de bajo consumo. Ello hace posible ofrecer todas las comodidades en un hotel de montaña a 2.000 m de altitud. Un verdadero jardín del Edén.